De la II Cumbre de la CELAC a la AntiCumbre imperial

Por: Agapito Mañón

La gusanera cubana y continental fieles títeres del imperio norteamericano prepara la AntiCumbre, en Miami y el La Habana, en contra de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) que tendrá lugar la próxima semana en La Habana, Cuba.
 ¡Qué original! Así actúan siempre, de manera reactiva, a la sombra, tomando caminos improvisados. Haciendo el trabajo sucio a la potencia imperial que ha dividido siempre a los pueblos del continente y que arremete nuevamente contra la organización de mayor alcance que se ha logrado institucionalizar en Latinoamérica sin la participación de Estados Unidos. ¿Será que alguna vez se han preguntado por qué no invitaron a Estados Unidos ni a Canadá? ¿Por qué Estados Unidos excluye a Cuba de la Cumbre de Las Américas?
Da vergüenza que políticos y figuras públicas latinoamericanas se presten a desafiar los esfuerzos de integración delante de todos los pueblos y sin el menor pudor.  Cuando esta nueva forma de integración basadas en el respeto mutuo y el establecimiento de reglas de participación se sustentan en la aceptación de las diferencias y la diversidad de puntos de vista sobre los más importantes temas vinculados al desarrollo social, económico y político.
¿Quiénes organizan la AntiCumbre?
En paralelo a la Cumbre de la CELAC, en Miami y en La Habana disidentes prevén celebrarán un foro sobre “democracia”: en La Habana a partir del día 28 de enero, mientras que los mayameros organizan el show de la ultraderecha continental desde el 25 de enero, un evento dirigido a atacar el concepto de la integración latinoamericana y en contra de Cuba y los países del ALBA. Los recursos financieros los aporta el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) en coordinación con el Instituto Republicano Internacional (IRI) – organizaciones creadas por la CIA  – Por el Hall de la Universidad Internacional de Florida (FIU) veremos desfilar a la más recalcitrante vocería de la derecha latinoamericana que trasmitirán los medios de comunicación imperiales.
Desde hace semanas, se observa en Miami, en las reuniones previas a la AntiCumbre, el acostumbrado pescueceo para protagonizar el discurso más radical que justifique los recursos invertidos por el imperio en sus marionetas de siempre.
Autorizado por el Departamento de Estado y puesto en escena por la CIA este show pretende restar importancia, banalizar y contrarrestar los esfuerzos reales de integración. Que no progresen las iniciativas de complementación económica, ni instrumentos de intercambio como el SUCRE (Sistema Unitario de Compensación Regional)  la unidad de cuenta común que, en noviembre de 2008, acordaron adoptar los presidentes y representantes gubernamentales de los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
La gusanera venezolana terrorista se dispone a participar convocada por “el exilio cubano que lleva el protagonismo fundamental”, se espera participen connotados dirigentes de la oposición venezolana que preparan sus maletas a la carrera para tomar vuelos privados o volar a terceros países por las dificultades que han encontrado para conseguir pasajes a última hora para viajar a Miami. Henrique Capriles está invitado junto a María Corina Machado, Leopoldo López y las conocidas figuras de la organización ORVEX que integran los “exiliados venezolanos”.
Quizás participen algunos representantes de las diezmadas organizaciones del exilio anticastrista en Venezuela, o sus representantes en Miami, en la lista de invitados aparecen: el expresidiario por terrorismo en Cuba, Pedro Pérez Castro y el pseudo sindicalista Eduardo García Moure, militantes de Solidaridad de Trabajadores Cubanos (STC), y de otros cabecillas contrarrevolucionarios de la denominada Cuba Independiente y Democrática (CID), también Salvador Romaní, presidente de la Junta Patriótica Cubana (JPC), actualmente prófugo de la justicia venezolana, radicado y protegido en Miami, por el asalto a la embajada cubana en Caracas durante el golpe de Estado de abril del 2002.
¿Qué razones podrán justificar el interés de sabotear la II Cumbre de la CELAC en la Habana? ¿Qué temas estratégicos se tratarán allí que no quiera el imperio?
Sin dudas, son muchos los temas y las iniciativas de los países del área que no tienen otros fines que juntarse para alcanzar objetivos comunes para salir del subdesarrollo. Ninguna propone enfrentar a los Estados Unidos, tampoco frenar las distintas expresiones democráticas de la región, todo lo contrario, garantizar la paz  y una zona libre de armamentos nucleares. Además, temas como la devolución de la base naval de Guantánamo a Cuba, la soberanía de Puerto Rico, ahora la incorporación a la CELAC y a los mecanismos del ALBA, como PetroCaribe, son viejos anhelos de los latinoamericanos. ¿Por qué oponerse?

Si el imperio y sus títeres reaccionan de esta manera será por algo. ¿Qué sentirá? Por eso aquí cabe la desafiante frase: latir en la cueva. Ojalá que esos latidos se conviertan en coherencia de lado de quienes dudan y menosprecian el único camino posible de la región Latinoamericana, alcanzar la forma perfecta de integración.

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