La progenitura de C
éspedes, muchas veces vulgarizada por una tradición escolar que se ha dictado, radica, únicamente, en el sacrificio de su hijo Amado Oscar y en aquellas famosas frases de hombre público; o en la liberación de sus esclavos, constituyen el centro de estas líneas.
Esos argumentos, si bien devinieron los de mayor importancia para granjearle el merecido epíteto, distan mucho de explicar de forma cabal la significación del primer presidente de la República de Cuba en Armas para la historia nacional.
Y es que en la figura de Céspedes convergen no solo el hombre liberal, el abolicionista o el poeta, sinotambién encontramos al masón, a quien rinde tributo a la matrona de Cuba, al civilista, al estratega, al político. Facetas que lejos de dividir al ser, lo complementan, y que resultan parte esencial y enriquecedora del porqué es, y por derecho tiene que ser, el…
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