
Los logros de la Educación en Cuba son fruto de un largo camino de transformaciones que desde el triunfo de la Revolución se enfoca en el ser humano, la niñez, la adolescencia, la juventud y los adultos, y brinda la posibilidad a la gran mayoría de la población de acceder a la enseñanza.
El principal precursor de esa gesta fue el líder Fidel Castro, quien en su alegato La Historia me Absolverá definió los principales problemas que aquejaban a Cuba antes de enero de 1959, entre ellos el de la educación, del cual se ocupó junto al nuevo Gobierno para alcanzar lo que hoy es una conquista social y un derecho para todos.
La Revolución en ese ámbito trajo oportunidades para muchas personas que por sus bajos niveles económicos no podían acceder a un centro educativo, y se habilitaron locales en un primer momento para ampliar la red de instituciones, y luego, surgieron nuevos planteles de todas las enseñanzas a lo largo y ancho del país.

Estudioso junto a otros profesionales del sector de la obra educacional en Camagüey, José Ángel Hernández Rosabal, asesor de la Dirección Provincial, comentó la trascendencia de las ideas de Fidel en lo que es hoy un ejemplo de justicia social y que en el territorio oriental se refleja en la amplia infraestructura construida tras la victoria de enero, y en los altos niveles de escolarización.
La reducida infraestructura educativa apenas contaba con 293 escuelas en esos dominios, de las cuales el 96 por ciento eran de nivel primario (281), con una ubicación ajena a las necesidades y posibilidades de la sociedad, muy dispersas en la región, precisó Hernández Rosabal.
Solo ocho, refirió, impartían el nivel medio y cuatro el superior, este último representaba el uno por ciento.
Por ejemplo, no se atendían alumnos con limitaciones físicas o mentales de ninguna edad, y hoy vemos que es un desvelo de especialistas, maestros y otro personal, manifestó el profesor.
La formación regular de fuerza de trabajo, calificada en el nivel medio, añadió, básicamente se realizaba solo en dos escuelas técnicas, y una del nivel preuniversitario, y por otro lado, no existían los servicios de seminternado como parte de su proceso pedagógico como lo es hoy.
Aquel panorama cambió tras 1959 de manera que la provincia actual, la más extensa de Cuba, cuenta con 700 instalaciones pertenecientes al Ministerio de Educación, a lo cual se suman dos universidades, dos filiales universitarias y los centros municipales también de nivel superior, que aportan los profesionales que necesita la región y parte del país.
Mercedes Escuredo Olazábal, directora provincial de Educación en Camagüey, relató a la ACN las principales transformaciones experimentadas por esta esfera, partiendo de la Campaña de Alfabetización, protagonizada por jóvenes en su mayoría, que libraron de la ignorancia a millones.

Destacó cómo en algunos municipios se construyeron instalaciones educativas tecnológicas cerca de polos agrícolas, buscando la relación estudio-trabajo como parte del sistema de enseñanza, y posteriormente comienzan a abrirse las formadoras de maestros para dar respuesta a las necesidades de docentes.
Luego, explicó, surgieron más secundarias en todos los municipios, y preuniversitarios, politécnicos, y círculos infantiles, estos últimos con 65 instalaciones hoy en la provincia, de gran impacto para las madres trabajadoras y desde el punto de vista de la instrucción a la primera infancia.
Según puntualizó Miriam Arcaya Matos, jefa de ese departamento en la Dirección Provincial de Educación (DPE), antes de la alborada triunfal revolucionaria en esos predios existían las llamadas greches– guarderías–, para niños de madres pobres o huérfanos.
El primer círculo abierto en Camagüey fue el que hoy se nombra Amalia Simoni, ubicado en la Plaza Habana, de la capital agramontina, ocupando el edificio de la otrora greche de la urbe radicada allí.
Como toda obra humana la Educación es perfectible y emprende nuevos retos a tono con las necesidades actuales, entre ellos la graduación de una mayor cantidad de maestros que permita mostrar una mejor situación en cuanto a la cobertura docente hoy al 97,6 por ciento, de acuerdo con la directora provincial.
En medio del criminal bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba y la situación provocada por la COVID-19, los trabajadores del gremio reafirman su disposición de continuar elevando la calidad de los procesos, y se avanza en el objetivo cuatro de la Agenda de Desarrollo Sostenible del 2030: garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y con oportunidades para el aprendizaje para toda la vida.
Reconocimientos internacionales alcanzados por alumnos y profesores también avalan la labor educativa en Camagüey, que implementa las nuevas formas de hacer del Tercer Perfeccionamiento, el cual involucra a maestros, las familias y la comunidad en la docencia y la toma de decisiones.
Son muchas las razones para defender uno de los legados imperecederos de Fidel y la Generación del Centenario, y de tantos que han trabajado con el objetivo de poner en alto el sistema educativo de la nación antillana, gratuito y de prestigio a nivel universal por su eficacia y alcance, y al que el Estado dedica uno de los mayores presupuestos.
Tomado de Solidaridad Latinoamericana.