10 cosas que no sabíamos antes de que apareciera Snowden

Vivimos ya en la era post-Snowden, pues sabemos que todo lo que se diga o se haga puede ser controlado por los servicios secretos de EE.UU. Estas son las revelaciones de más calado que muestran cómo el espionaje estatal transformó nuestro mundo.

1. Todo lo que haces en Internet puede ser controlado

La Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) tiene acceso directo a los sistemas de Google, Facebook, Apple y otros gigantes de Internet. A través de su programa de vigilancia llamado PRISM, la NSA puede acceder al historial de búsqueda, al contenido de los mensajes de correo electrónico, a la transferencia de archivos y a los chats.

2. Lo que haces mientras estas desconectado también se vigila

Según un informe publicado en ‘Der Spiegel’, una división de la NSA llamada ANT posee un tipo de tecnología que incluye un dispositivo de radiofrecuencia capaz de controlar e incluso manipular los datos en computadoras que ni siquiera están conectados a Internet.

3. Los teléfonos móviles en el punto de mira

Verizon y otras compañías telefónicas estadounidenses no ofrecieron mucha resistencia a la hora de rastrear y entregar a la NSA información sobre quién llama a quién, en qué momento, y por cuánto tiempo, entre millones de estadounidenses.

4. Y no solo los teléfonos de EE.UU…

La NSA registra casi todas las llamadas nacionales e internacionales de telefonía en Afganistán y las Bahamas que utilizan un programa llamado SOMALGET. En las Bahamas, por ejemplo, la NSA podía controlar «más de 100 millones de llamadas al día». Las conversaciones telefónicas completas se almacenan durante un máximo de 30 días.

5. Ni siquiera los líderes mundiales son inmunes a la NSA

Algunos líderes mundiales, entre ellos, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff y la canciller alemana Angela Merkel, se mostraron indignadas al saber que la NSA estadounidense está monitoreando sus conversaciones telefónicas.

6. El espionaje industrial

«No hay duda de que EE.UU. está involucrado en el espionaje económico», dijo en enero Snowden a la emisora ​​alemana ARD. «Si Siemens dispone de una información que puede ser beneficiosa para los intereses nacionales de Estados Unidos, incluso si no tiene nada que ver con la seguridad nacional, entonces aceptarán esa información» explicó.

7. La NSA se abre camino en el sistema financiero mundial

Usando un programa llamado Proyecto Bullrun, la NSA está librando una guerra contra su mayor enemigo: el cifrado. Según un documento publicado el pasado septiembre, la agencia ya ha eludido gran parte de la encriptación que asegura el sistema bancario y el comercio mundial.

8. Espionaje a través de… Angry Birds
La NSA y su homóloga británica GCHQ desarrollaron la capacidad de acceder a datos personales a través de aplicaciones como el popular juego Angry Birds, que ha sido descargado 1.700 millones veces. Algunos usuarios estaban tan enojados por la noticia que el sitio web del juego Angry Birds fue atacado por piratas informáticos.

9. A la NSA le interesa la actividad sexual de los internautas

Las agencias de inteligencia de EE.UU. recopilaban datos en Internet sobre los hábitos sexuales de los islamistas radicales que navegaban por los sitios pornográficos a fin de desacreditarlos a los ojos de los seguidores. Algunos activistas de derechos humanos aseguran que las acciones de la NSA buscan amedrentar a los usuarios.

10. Olvídese de ligar con webcam… pues quizá esté mirando la NSA

El organismo de inteligencia británico GCHQ interceptó con la ayuda de la NSA imágenes de webcams de millones de usuarios de Internet que no eran sospechosos de ningún delito. Solo en 2008, durante un período de seis meses, la agencia recogió imágenes de cámara web, incluyendo grandes cantidades de comunicaciones con contenido sexual explícito, de más de 1,8 millones de cuentas de usuarios de Yahoo a escala mundial.

(Tomado de RT)

Edward Snowden, el criminal más buscado

En meses pasados hemos recibido lecciones instructivas sobre la naturaleza del poder del Estado y las fuerzas que impulsan su política. Y sobre un asunto íntimamente relacionado: el sutil y diferenciado concepto de la transparencia.

La fuente de la instrucción, por supuesto, es el conjunto de documentos relativos al sistema de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) dados a conocer por el valeroso luchador por la libertad Edward J. Snowden, resumidos de manera experta y analizados por su colaborador Glenn Greenwald en su nuevo libro No place to hide (Sin lugar para esconderse).

Los documentos revelan un notable proyecto destinado a exponer al escrutinio estatal información vital acerca de toda persona que cae en las garras del coloso: en principio, de toda persona vinculada con la moderna sociedad electrónica.

Nada tan ambicioso fue jamás imaginado por los profetas distópicos que describieron sombríos mundos totalitarios. No es de poca importancia que el proyecto sea ejecutado en uno de los países más libres del planeta y en radical violación de la Carta de Derechos de la Constitución de Estados Unidos, que protege a los ciudadanos de “persecuciones y capturas sin motivo” y garantiza la privacidad de sus “personas, domicilios, documentos y pertenencias”.

Por mucho que lo intenten los legistas del gobierno, no hay forma de reconciliar estos principios con el asalto a la población que revelan los documentos de Snowden.

También vale la pena recordar que la defensa de los derechos fundamentales a la privacidad ayudó a encender la revolución de independencia de esta nación. En el siglo XVIII el tirano era el gobierno británico, que se arrogaba el derecho de inmiscuirse en el hogar y la vida de los colonos de estas tierras. Hoy, es el propio gobierno estadunidense el que se arroga esta autoridad.

Gran Bretaña mantiene la postura que impulsó a los colonos a la rebelión, aunque en escala más restringida, pues el centro del poder se ha desplazado en los asuntos mundiales. El gobierno británico ha pedido a la NSA “analizar y retener todos los números de teléfonos celulares y faxes, mensajes de correo electrónico y direcciones IP de ciudadanos británicos que capture su red”, reporta The Guardian a partir de documentos suministrados por Snowden.

Sin duda los ciudadanos británicos (como otros clientes internacionales) estarán encantados de saber que la NSA recibe o intercepta de manera rutinaria routeadores, servidores y otros dispositivos computacionales exportados desde Estados Unidos para poder implantar instrumentos de espionaje, como señala Greenwald en su libro.

Conforme el coloso satisface sus visiones, en principio todo golpe de tecla puede ser enviado a las cada vez más enormes bases de datos del presidente Obama en Utah.

También en otras formas el constitucionalista de la Casa Blanca parece decidido a demoler los fundamentos de nuestras libertades civiles. El principio de presunción de inocencia, que se remonta a la Carta Magna, hace 800 años, ha sido echado al olvido desde hace mucho tiempo.

En fecha reciente el New York Times informó sobre la “angustia” de un juez federal que tenía que decidir si permitía o no que alimentaran por la fuerza a un prisionero español en huelga de hambre para protestar contra su encarcelamiento. No se expresó “angustia” alguna sobre el hecho de que el hombre lleva 12 años preso en Guantánamo sin haber sido juzgado, una de las muchas víctimas del líder del mundo libre, quien reivindica el derecho de mantener prisioneros sin cargos y someterlos a torturas.

Esas exposiciones nos inducen a indagar más a fondo en la política del Estado y en los factores que la impulsan. La versión normal que recibimos es que el objetivo primario de esa política es la seguridad y la defensa contra enemigos.

Esa doctrina sugiere de inmediato unas cuantas preguntas: ¿la seguridad de quién y la defensa contra cuáles enemigos? Las respuestas son ilustradas en forma dramática por las revelaciones de Snowden.

La policía debe procurar la seguridad de la autoridad estatal y de las concentraciones del poder doméstico, y defenderlos contra un enemigo muy temido: la población nacional, que puede convertirse en un gran peligro si no es controlada.

Desde hace tiempo se entiende que tener información sobre el enemigo resulta esencial para controlarlo. Obama tiene una serie de distinguidos predecesores en esto, aunque sus contribuciones propias han llegado a niveles sin precedente, como hoy sabemos gracias al trabajo de Snowden, Greenwald y unos cuantos más.

Para defender del enemigo doméstico el poder del Estado y el de la economía privada, esas dos entidades deben mantenerse ocultas. En cambio, en agudo contraste, el enemigo debe estar por completo expuesto a la autoridad del Estado.

Ese principio fue lúcidamente explicado por el intelectual de las políticas Samuel P. Huntington, quien nos enseñó que el “poder se mantiene fuerte cuando permanece en la sombra; expuesto a la luz, comienza a evaporarse”.

Huntington añadió una ilustración crucial. En sus palabras, “es posible que tengamos que vender (la intervención u otra acción militar) en tal forma que se cree la impresión errónea de que estamos combatiendo a la Unión Soviética. Eso es lo que Estados Unidos ha estado haciendo desde la doctrina Truman”, al principio de la Guerra Fría.

La percepción de Huntington sobre el poder y la política del Estado era a la vez precisa y visionaria. Cuando escribió esas palabras, en 1981, el gobierno de Ronald Reagan emprendía su guerra contra el terror, que pronto se convirtió en una guerra terrorista asesina y brutal, primero en Centroamérica pero que luego se extendió mucho más allá del sur de África, Asia y Medio Oriente.

Desde ese día en adelante, con tal de llevar la violencia y la subversión al extranjero, o aplicar la represión y violación de garantías individuales dentro del país, el poder del Estado ha buscado crear la impresión errónea de que combatimos a los terroristas, aunque hay otras opciones: barones de la droga, mulás locos empeñados en tener armas nucleares y otros ogros que, nos dice, quieren atacarnos y destruirnos.

A lo largo del proceso, el principio básico persiste. El poder no se debe exponer a la luz del día. Edward Snowden se ha convertido en el criminal más buscado por no entender esta máxima esencial.

En suma, debe haber completa transparencia para la población pero ninguna para los poderes que deben defenderse de ese espantoso enemigo interno.

(Tomado de La Jornada)

Edward Snowden es ahora un comic

El norteamericano Edward Snowden, el famoso ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) que filtró la información sobre el espionaje masivo de esa agencia, se ha convertido ahora en el protagonista de un comic que será presentado este miércoles al público.

Escrito por Valerie D’Orazio y con dibujos de Dan Lauer, con un guión de carácter biográfico, el libro de historietas se publicará tanto en papel como en formato digital, según anunció este lunes en un comunicado la editorial Bluewater Productions.

El cómic, denominado “Beyond: Edward Snowden”, trata de mostrar a la persona que se esconde detrás de los titulares e indaga en los motivos que le empujaron a llevar a cabo una de las mayores filtraciones de información clasificada de la historia de Estados Unidos, según la editorial.

D’Orazio, autora del texto del cómic, dice en el comunicado que su trabajo “proporciona una mirada a una vertiente de Edward Snowden que el público nunca ha visto realmente antes”.

A mediados del año pasado, Snowden filtró al periodista Glenn Greenwald, entonces en el diario The Guardian, y a Barton Gellman, de The Washington Post, datos sobre la masiva red de espionaje electrónico y telefónico de la NSA en Estados Unidos y el extranjero, que les valieron el Premio Pulitzer hace unas semanas.

Las informaciones publicadas por The Guardian y The Washington Post provocaron una oleada de críticas en todo el mundo y llevaron al presidente estadounidense, Barack Obama, a reformar las normas que atañen al poder de almacenamiento de datos de la NSA y a fortalecer el control judicial.

Snowden, asilado en Moscú, ha asegurado que dispone de muchos más detalles sobre el espionaje de la NSA, más allá de los ya conocidos, como la ingente cantidad de datos que la agencia recopila de internet en todo el mundo o cómo espiaba a mandatarios extranjeros.

(Tomado de Cubadebate)

Edward Snowden: «Ahora todo el mundo está bajo la vigilancia del gobierno»

SnowdenEl extécnico de la CIA Edward Snowden, durante un debate en Toronto dedicado a los programas de recolección de datos de la NSA, dijo que la vigilancia del gobierno ya no se dirige a los individuos, sino a poblaciones enteras.

El debate, en el que participaron el exdirector de la Administración de Seguridad Nacional de EE.UU. Michael Hayden y el profesor de Harvard Alan Dershowitz, frente al periodista Glen Greenwald, estuvo dedicado a la vigilancia del gobierno.

Edward Snowden dio inicio a la discusión a través de una videoconferencia desde Rusia, donde reside actualmente.

«Ya no se tata de la práctica tradicional de vigilancia, cuando espían a algunos individuos sospechosos de mala conducta», explicó Snowden en un breve video. «Todo el mundo está bajo la vigilancia que abarca llamadas telefónicas, correos electrónicos, textos en ordenadores, historial de búsqueda, lo que compras, quiénes son tus amigos, adónde vas o a quién quieres», explicó Snowden

Greenwald, que trabajó con Snowden publicando el material secreto de la NSA, argumentó que los gobiernos deberían utilizar una vigilancia específica no tan indiscriminada como la actual. Por su parte, Hayden y Dershowitz apoyaron el punto de vista del gobierno estadounidense, asegurando que la vigilancia es necesaria para garantizar la seguridad nacional.

(Tomado de RT)