Municipales en Venezuela, con una oposición patas pa´arriba

Por Álvaro Verzi Rangel

Tomado de Telesur

Las inminentes elecciones municipales del 8 de diciembre muestran a la oposición venezolana patas pa´arriba. Ni Henrique Capriles ni la Mesa de Unidad Democrática (MUD) cuentan con la fuerza suficiente para manejar y disimular las diferencias y luchas de poder con los sectores más radicales de la misma oposición: hoy “la unidad” muestra divisiones en más del 60% de las candidaturas.

Esta realidad se ve corroborada por una encuesta realizada por la empresa Delfos, que concluye que la apatía se ha instalado en el corazón del voto de la oposición, y muestra un comportamiento políticamente irracional de la clase media, que se asemeja a un suicidio político.

En el estado Miranda, gobernado por el excandidato Capriles Radonsky, las divisiones entre los candidatos son cada vez más fuertes, lo cual pone en duda sus reales posibilidades de triunfo y, por supuesto, evidencian la escasa fuerza de liderazgo que el dos veces  presidenciable (frustrado) tiene en su territorio.

El supuesto plan de Capriles es servir de portaviones a la campaña de los alcaldes y concejales del conglomerado MUD, pero en realidad su amparo y mayor esfuerzo va dirigido a los candidatos de su partido, Primero Justicia. El objetivo principal es lograr recaudar más fondos, audeñarse de más presupuestos, y descolocar a los partidos tradicionales.

Antonio Ecarri declinó su candidatura independiente en el municipio Libertador de Caracas, para supeditarse a la MUD, pero no por el trabajo de convencimiento ni supuesta fuerza de convocatoria de Capriles, sino por un fuerte componente de temor de que continuasen las investigaciones en temas económicos de su pasado. Estas podrían evidenciar elementos que lo impliquen en acciones de corrupción, ligadas principalmente a organizaciones educativas, pilar que utilizó en su corta campaña y que resulta principal base de su imagen política. De hecho, sabiamente las razones de su decisión, nunca se hicieron públicas.

Otra muestra de los errores sin remedio que ha cometido el sector opositor, fue la candidatura de David Uzcátegui en Baruta, municipio bastión de Capriles pero donde los intereses del líder opositor y la MUD se vieron frustrados por la inhabilitación de Uzcátegui, por su participación en el asalto a la embajada cubana en 2002. Gerardo Blyde, actual alcalde y alejado de PJ, renace de las cenizas, sin saber hasta dónde el partido amarillo le brinda su apoyo.

Por su parte Ramón Muchacho, candidato en Chacao, cuenta con el apoyo del gobernador mirandino, pero mantiene un expediente delictivo de generador de violencias, disturbios y muertes que no dejan el mejor criterio de él. El mismo Capriles ha argumentado en varias ocasiones que Muchacho no tiene capacidad para el juego político, pero que en este caso es mejor tener algo que nada.

Ante estas luchas intestinas, la facción más radical ha ganado espacio dentro de la oposición, mostrando las visibles e históricas debilidades de Capriles y la MUD. Ante las reiteradas frustraciones electorales, parte de la oposición se aparta del rumbo político y nuevamente comienzan a prevalecer los intereses partidistas y personalistas por encima de las necesidades reales de sus seguidores.

Es más, en las últimas semanas, la capacidad de convocatoria de Capriles fue puesta nuevamente en duda, cuando instó a los 365 municipios del país a que salieran a protestar por las medidas económicas que ha venido tomando el gobierno de Nicolás Maduro… y recogió un duro fracaso. Quizá sus seguidores recordaban la convocatoria del 15 de abril, después de su derrota electoral ante Maduro, el primer presidente poschavista, cuando por televisión convocó a salir a la calle. El saldo de la violencia fueron 11 muertos, entre ellos uno niño y una niña.

El columnista Fausto Masó, previno a la derecha, sobre el “desierto” que le espera  y le recomendó “no buscar “atajos”.  Les pidió asumir que se trata de “una lucha larga”, que “no hay que desesperarse (…) ni predicar salidas mágicas”, aun cuando opina que en la actual “guerra en contra la guerra económica” le irá muy mal al gobierno y le saldrá el tiro por la culata.

De conspiradores

Este 2013 fue definido por la MUD y sus facilitadores de EEUU y Colombia, como el año de la derrota del chavismo: la muerte de Hugo Chávez los envalentonó. Utilizaron una diferencia de más de 300 mil votos en la victoria de Maduro el 14 de abril del 2013 para crear la falsa hipótesis de un fraude, probando el mismo 15 de abril un intento de golpe de estado, el cual fracasó por falta de apoyo popular y militar.
Tras este fracaso, apostaron a una guerra económica con el apoyo del sector empresarial, quienes desarrollaron un meticuloso plan de acaparamiento y de especulación.

A mediados de junio pasado se dio a conocer el llamado “Plan Estratégico Venezolano”, con objetivos que se enmarcan esencialmente hacia las elecciones del 8 de diciembre y hacia el desgaste acelerado paulatino de la gestión del gobierno facilitando el triunfo de la oposición, “pero si fuera mucho antes mejor” .

El plan fue preparado por la Fundación Internacionalismo Democrático del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez y la empresa estadounidense FTI Consulting, y presentado a dirigentes de la oposición venezolana, como María Corina Machado, Julio Borges y Ramón Guillermo Aveledo, con presencia del experto en guerra psicológica J.J. Rendón, y el encargado de la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID) para América Latina, Mark Feierstein.

El documento también detalla la estrategia para sabotear al sistema eléctrico en Venezuela con el objetivo de responsabilizar al Gobierno de las debilidades de la infraestructura del país y de esa manera proyectar una imagen de crisis de Venezuela a nivel internacional. Los autores “generar emoción con mensajes cortos pero que lleguen a mayor cantidad de personas, donde retomen los problemas sociales, provocando el descontento social. Incrementar los problemas con el desabastecimiento de productos básicos de la canasta alimenticia”.

En el antichavismo hay quienes consideran que en futuras elecciones la oposición pudiera ganar la presidencia, pero estiman que parte importante de los poderes públicos no pasaría automáticamente a manos de este sector político, puesto que tienen lapsos y mecanismos propios de renovación. Ven en la Asamblea Constituyente la modalidad de alcanzar el control de esas instituciones. Sin embargo, algunas voces advierten que es un terreno resbaladizo, porque están en juego principios constitucionales internalizados por la población.

A una semana de las elecciones municipales, el frente opositor se ve debilitado. Una derrota en el estado Miranda sería el fin del desgastado liderazgo de Henrique Capriles. Por ello renacen las apuestas de recorrer caminos non sanctos (o al menos no democráticos) para seguir soñando que el reloj de la historia se puede retroceder 15 años…

Legados de Chávez

Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Caracas 3 de agosto de 2012. Foto: REUTERS

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Toda revolución realiza un pensamiento revolucionario. El de Chávez parte de tres raíces. La de Simón Bolívar, quien libertó a los esclavos, emancipó a los indígenas, confiscó las propiedades de los realistas, atribuyó la propiedad del subsuelo a la República e intentó consolidar la unidad de América Latina en el Congreso Anfictiónico de Panamá. La influencia de Simón Rodríguez,  maestro del Libertador, autor de proyectos libertarios de educación para todas las clases y centrada en los oficios productivos. Y la de Ezequiel Zamora, caudillo agrario del siglo XIX quien declaró que la tierra, como el aire, es de todos, y prohibió pagar renta por ella. A partir de allí, asumió Chávez cada vez más  el proyecto de la intelectualidad venezolana de izquierda de los años sesenta, que cuando ganó la mayoría parlamentaria fue ilegalizada y empujada a una lucha armada  que la destruyó  a sangre y fuego entre 1962 y 1983. El joven Chávez contactó con algunas de las organizaciones radicales desbaratadas en ese cruento proceso. De allí que su ideología nacionalista y bolivariana progresara cada vez más hacia el socialismo, el antiimperialismo y la interpretación clasista de la Historia que se hace patente, por ejemplo, en los estatutos del Partido Socialista Unido de Venezuela.
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Venezuela y quizá América Latina y el Caribe no son los mismos después de Chávez. Nuestra región  es la más desigual del mundo. Por ello es campo de cultivo de los movimientos sociales, que se articulan al margen de los partidos políticos y del Estado para lograr reivindicaciones que ni uno ni otros conceden. Chávez potenció la participación política y social mediante el impulso de la Democracia Participativa, y  articuló movimientos sociales con Estado y partidos a través de las Misiones. A pesar de tropiezos y retrasos en aspectos tales como las cooperativas y las comunas, Venezuela logró  resultados espectaculares. Baste señalar que alcanzó anticipadamente 6 de las 8 Metas del Milenio, cuyo cumplimiento fijó la ONU para el año 2015. Bajo la administración bolivariana Venezuela erradica la pobreza extrema; logra que estudien primaria el 95% de los niños en edad para ello; avanza  más de 70% en la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer; combate eficazmente el paludismo, el sida y otras enfermedades; garantiza la sostenibilidad del medio ambiente e integra y fomenta una Alianza Mundial para el Desarrollo. Venezuela tiene actualmente el menor Índice de Gini de Desigualdad de la América Latina capitalista. Además, el bolivarianismo reintegra a los trabajadores las prestaciones sociales  confiscadas por el socialcristianismo, y con la Misión Barrio Adentro y otras iniciativas garantiza la atención médica  en las zonas desposeídas, crea un sistema de pensiones que cubre  a todos los  ancianos  y garantiza a éstos el transporte público gratuito. Con esas iniciativas se forma una generación libre de ignorancia y de carencias  básicas,  capaz de elegir su propio destino.
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Tal cúmulo de logros derriba  el mito de que América Latina y el Caribe sean pobres: para alcanzarlos basta destinar a objetivos sociales las riquezas que antes beneficiaban sólo a las transnacionales. El 11 de abril de 2002 la oligarquía y Estados Unidos dan un golpe de Estado para arrebatar nuestra principal industria, Petróleos de Venezuela S.A. La contundente respuesta popular logra preservarla para la Nación, y aplicar directamente sus recursos para un gasto social de cerca del 64% del egreso público. El gobierno bolivariano implanta un control de cambios que frena la fuga de divisas y recupera para propiedad de la Naciónempresas estratégicas, tales como la electricidad, la telefónica, la siderúrgica y las del aluminio. Al mismo tiempo expropia latifundios y fomenta cooperativas, empresas recuperadas, comunas y fundos zamoranos como unidades productivas de propiedad social. Requiere mucho tiempo y espacio meramente enumerar tantos legados.
(Tomado del blog de Luis Britto García)

Eva Golinger revela documento que evidenciaría plan desestabilizador contra Venezuela

Fuente: Eva Golinger/ http://actualidad.rt.com/expertos/eva_golinger/view/110489-documento-evi…

 
En los últimos meses, el Gobierno venezolano, liderado por el presidente Nicolás Maduro, ha denunciado múltiples incidentes de sabotaje contra el sistema eléctrico junto a una campaña continua para subvertir la economía de la nación. Una mayoría de medios de comunicación a nivel internacional además de medios privados dentro de Venezuela, se han burlado de las graves denuncias del presidente venezolano, y en su lugar han intentado responsabilizar al Gobierno de los daños causados al país.
 

No obstante, un documento interno de tres organizaciones de Colombia y Estados Unidos evidencia un plan macabro contra el Estado venezolano para provocar violencia, incluso muertos, con la intención de justificar una intervención internacional antes de las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre.

El documento, titulado ‘Plan Estratégico Venezolano’, fue preparado por la Fundación Internacionalismo Democrático del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, junto con la Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia y la empresa estadounidense de consultores FTI Consulting. Su fecha de redacción fue el 13 de junio de 2013, durante una reunión entre representantes de estas tres organizaciones, dirigentes de la oposición venezolana, como María Corina Machado, Julio Borges y Ramón Guillermo Avelado, el experto en guerra psicológica, J.J. Rendón, y el encargado de la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID) para América Latina, Mark Feierstein.

El plan estratégico de desestabilización contra Venezuela tiene el fin principal de debilitar al Gobierno en el marco de las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre, tal como lo articulan en el texto: “Los objetivos planteados en el presente plan se enmarcan esencialmente hacia las municipales previstas para el 8 de diciembre, al mismo tiempo que incluye el desgaste acelerado paulatino de la gestión del Gobierno facilitando el triunfo supremo de la oposición para ese evento”. Y agregan: “pero si fuera antes, mucho mejor”.

El documento también detalla la estrategia para sabotear al sistema eléctrico en Venezuela con el objetivo de responsabilizar al Gobierno de las debilidades de la infraestructura del país y de esa manera proyectar una imagen de crisis de Venezuela a nivel internacional. Como parte del plan, los autores proponen “mantener e incrementar los sabotajes que afecten los servicios a la población, particularmente al sistema eléctrico, que permitan culpar al Gobierno de supuestas ineficiencias y negligencias”. Desde entonces, apagones y otros cortes eléctricos han afectado a diferentes regiones por toda Venezuela, causando un gran descontento general, y resultando en una percepción negativa del Gobierno. Hace poco, autoridades venezolanas detuvieron a varias personas involucradas en sabotajes al sistema eléctrico y a finales de septiembre el presidente Maduro expulsó a tres funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Caracas por su presunto papel en los planes de desestabilización.

En la sección titulada “Acciones”, los autores del documento detallan sus próximos pasos para desestabilizar al Gobierno venezolano. Además de “perfeccionar el discurso confrontacional y denunciante de Henrique Capriles”, el candidato presidencial derrotado por Maduro, hablan de “generar emoción con mensajes cortos pero que lleguen a mayor cantidad de personas, donde retomen los problemas sociales, provocando el descontento social. Incrementar los problemas con el desabastecimiento de productos básicos de la canasta alimenticia”.

En los últimos meses, Venezuela ha experimentado problemas de desabastecimiento de productos básicos, como papel higiénico, azúcar, leche, aceite, mantequilla y harina, entre otros. Las autoridades venezolanas han incautado toneladas de estos productos dentro de almacenes que pertenecen a empresarios vinculados con la oposición. También han confiscado grandes cantidades de estos productos en la zona fronteriza con Colombia, donde son vendidos como contrabando.

Según el documento, “El ‘Plan estratégico venezolano’, consensuado con dignos representantes de la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro, se orienta hacia estos objetivos con el fuerte y constante apoyo de varias personalidades mundiales en función de que se le devuelva a Venezuela la verdadera democracia e independencia que han estado secuestrados por más de 14 años”.

Durante los 14 años de gestión democrática del presidente Hugo Chávez las amenazas contra su Gobierno abundaban y los planes de desestabilización nunca acababan. Luego del fracaso del golpe de Estado en su contra en 2002, que fue organizado y apoyado desde el Gobierno de Estados Unidos, hubo numerosos intentos de derrocarlo a través de sabotajes económicos, intervenciones electorales, planes de magnicidio, guerra psicológica, financiamiento multimillonario a las fuerzas opositoras desde el exterior y un plan de aislamiento internacional que finalmente no tuvo éxito.

Una de las caras visibles de los intentos de desestabilización contra el Gobierno de Chávez fue el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez. El exmandatario colombiano finalizó su presidencia en 2010 haciendo un llamamiento para una intervención internacional en Venezuela con la intención de destruir al presidente Chávez y su Revolución Bolivariana. Uribe se dedicó durante los años siguientes a difamar al presidente Chávez y su Gobierno y a fortalecer los vínculos con sectores antichavistas dentro y fuera de Venezuela.

El fallecimiento del presidente Chávez en marzo 2013 no impidió a Uribe continuar sus acciones contra Venezuela. Con la elección de Nicolás Maduro a la presidencia y la continuación del proceso socialista comenzado por Chávez, Uribe seguía con sus planes de ataque contra Venezuela.

Ahora este documento interno, producto de un encuentro de sectores de la ultraderecha de Colombia y Venezuela, junto a representantes del Gobierno estadounidense, demuestra los planes de desestabilización en marcha contra el Gobierno de Maduro.

Como parte de este peligroso complot contra Venezuela, los autores proponen “crear situaciones de crisis en las calles que faciliten la intervención norteamericana y fuerzas de la OTAN, con el apoyo del Gobierno de Colombia. Cuando sea posible, la violencia debe provocar muertos o heridos”.

Venezolanos, representantes de la oposición, están trabajando conjuntamente con fuerzas externas para provocar la muerte de ciudadanos inocentes en su propio país con la intención de promover una invasión militar contra su nación. Esto representa una grave amenaza —y un vil crimen— contra la soberanía de Venezuela.

Por último, además de promover el impulso de una campaña internacional para marginar, deslegitimar y desacreditar al Gobierno de Maduro a través de medios de comunicación y voceros de la derecha, el documento recomienda “una insurrección militar” contra el “Estado venezolano”. Proponen “contactar con grupos de militares en activo y en condición de retiro para ampliar la campaña dirigida a restarle prestigio al Gobierno, dentro de las Fuerzas Armadas. (…) Es vital preparar a los militares para que a partir de un escenario de crisis y conflictividad social encabecen la insurrección contra el Gobierno, o al menos que apoyen una intervención extranjera o un levantamiento civil”.

Este documento evidencia y confirma la veracidad —y la gravedad— de las denuncias realizadas por el presidente Nicolás Maduro. Venezuela está bajo ataque, como lo ha estado durante los últimos 14 años desde el inicio de la Revolución Bolivariana y el rescate de la soberanía, independencia y dignidad del país. No hay que olvidar que Venezuela tiene las más grandes reservas petroleras del mundo. Los poderosos intereses que desean controlar esos ricos recursos no pararán hasta lograr su objetivo.