La comunicación cubana sí necesita renovarse pero no –como pretende Ravsberg- a imagen y semejanza de aquella a la que ha vencido y ha obligado a cambiar de estrategia.
La comunicación cubana sí necesita renovarse pero no –como pretende Ravsberg- a imagen y semejanza de aquella a la que ha vencido y ha obligado a cambiar de estrategia.